La bajada de los tipos de interés y la suavización de las condiciones bancarias han permitido a las empresas en los últimos meses reactivar el mercado crediticio, aunque de forma insuficiente, ya que las pymes requieren de 15.000 millones de euros más de financiación para alcanzar los niveles obtenidos antes de 2019. Así confirma el Informe de financiación a pymes elaborado por Cepyme.
En los tres primeros trimestres, el importe fue un 2,4% menor que en 2017, cuando los nuevos préstamos alcanzaron un mínimo equivalente al 14,6% de sus ventas. Desde entonces, esta proporción ha mejorado, llegando al 17,8% en el tercer trimestre de 2024.
Aun así, queda un amplio camino hasta que se puedan alcanzar los niveles prepandemia. Por ello, sería necesario aumentar en unos 15.000 millones la financiación a las pymes para que puedan recuperar esa capacidad, y unos 74.000 millones para lograr la de 2017. El menor acceso a crédito por parte de las pymes hace que la inversión y el crecimiento empresarial se vean lastrados en los últimos años. Todo ello, unido al nuevo impuesto a la banca aprobado en la reforma fiscal, que dificultará la solicitud de crédito.
Ante ello, se pronunció Fermín Albaladejo, presidente de Ceaje, que cree que el impuesto afectará negativamente, y no solo a las empresas: „Creemos que es un impuesto erróneo desde el punto en que las empresas y particulares que necesitamos financiación porque va a repercutir en la ciudadanía y en las empresas”. Ante ello, Cepyme remarcó que casi toda la financiación de las pymes dependen del mercado regulado, por lo que el gravamen a los ingresos del sector bancario „no solo afecta en la financiación de las empresas, sino que genera inseguridad jurídica en la economía” y todo ello, repercute de manera negativa en la inversión extranjera en el país.
Más prestamos a pequeñas que a medianas
A pesar de ello, en el tercer trimestre, las préstamos otorgados a pymes aumentaron un 14,1% interanual, y se alcanzaron los 54.200 millones de euros, el tercer dato trimestral más alto desde junio de 2010, a excepción del segundo trimestre de 2020. Los préstamos que se otorgaron a las pequeñas empresas, 15,2%, fue ligeramente mayor que los que se concedieron a a las medianas, 10,2% con una suma de 11.000 millones en los últimos cuatro trimestres, frente a los 41.000 millones de las pequeñas.
En cuando al plazo medio de revisión del tipo de interés, se redujo con respecto al trimestre anterior, pero se mantiene por encima que el que había hace un año, con una media de 10,9 meses. Las medianas empresas fueron las que más alargaron los plazos, 12,8 meses. Por otro lado, las pequeñas lograron un plazo medio de 10,4 meses. El crecimiento del plazo medio es consecuencia de la mayor participación de los préstamos a plazos más prolongados. Y es que, el 95% de los préstamos concedidos fueron de hasta un año de plazo, proporción más baja que el mismo periodo de 2023 (96,3%), pero 4,7 puntos mayor que entre 2017-2019, cuando se mantuvo en un 89,3%. Teniendo en cuenta el importe total de los nuevos préstamos concedidos a pymes y, por otro lado, el número de pymes con empleados, se puede estimar el importe medio por empresa de los nuevos préstamos bancarios. Los préstamos a pymes vienen creciendo desde septiembre de 2021, cuando hubo un incremento interanual del 13,9%, y elevó el importe medio hasta 40.950 euros.
En las pequeñas, en el tercer trimestre alcanzó los 33.100 euros, un 15% más que el año anterior. Por otro lado. en el caso de las medianas, el nuevo préstamo fue de 404.600 euros, cifra que implica un incremento interanual del 7,9%. A pesar de ello, hay una diferencia significativa. Mientas que los nuevos préstamos a empresas pequeñas son, en promedio, un 2,4% más grandes que en 2017-2019, en el caso de las empresas medianas, el tamaño medio es ahora un 17% más pequeño.
Demanda de crédito de las pymes
Durante el tercer trimestre, la demanda de crédito aumentó. A pesar de ello, el crecimiento se produjo desde niveles muy bajos. La primera razón es que la proporción de entidades que afirman observar un incremento en la demanda de crédito es la más alta desde comienzos de 2017, el incremento más sólido en siete años y medio. La segunda es que, por primera vez desde junio de 2017, las entidades participantes en la Encuesta de Préstamos Bancarios (EPB) señalan que son cuatro las razones que apuntalan el incremento: proyectos de inversión, necesidades de capital de trabajo, la menor capacidad de autofinanciación y la reducción de los tipos de interés.
Con todo, contar con una mirada positiva de cara al futuro y con una estabilidad normativa impulsa a las empresas a aumentar sus solicitudes crediticias, que les ayudarán a impulsar el crecimiento de sus compañías y, a los que se plantean abrir un negocio, les empuja a llevar a cabo los procesos necesario, entre los que entran la solicitud de préstamos.