La Organización Mundial del Comercio aseguró este miércoles en su informe de previsiones que, tras un año de contracción del 1,2% (2023) el comercio global volverá a crecer un 2,6% este año gracias al alivio de las presiones inflacionarias y un 3,3% en 2025. Esto va a permitir que los ingresos reales de las personas vuelvan a aumentar y, en consecuencia, aupará el consumo de productos de manufactura.
Con todo, el organismo internacional advirtió que estas cifras pueden verse truncadas por las tensiones geopolíticas y la incertidumbre política. „Podrían limitar el alcance de la recuperación del comercio. Los precios de la energía y los alimentos podrían sufrir fuertes subidas a causa de los acontecimientos geopolíticos”, aseguran.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala aseguró que el mundo está „avanzando” hacia la recuperación del comercio gracias „a la resiliencia de las cadenas de suministro”. Al mismo tiempo, la dirigente reiteró que es „imperativo” que se mitiguen los riesgos geopolíticos y la fragmentación del comercio „para mantener el crecimiento y la estabilidad”.
En cuanto a los países, España consiguió mantenerse durante el año pasado, sorteando, en parte, la crisis comercial. Las exportaciones españolas son el 1,8% con respecto al resto del mundo y mostró una pequeña ganancia en la cuota de mercado de una décima. Aún así, está muy lejos de las economías de su entorno como Alemania, que se mantuvo en tercera posición con una cuota al exterior del 7%; Italia (2,8%) y Francia (2,7%).
Por su parte, y pese a todas las medidas proteccionistas, China sigue encabezando la lista mundial de exportadores, con una cuota de mercado que supera el 14%. En segunda posición, muy por debajo de China, está Estados Unidos, cuya cuota de mercado se sitúa un poco más de la mitad de la de China (8,5%). En cambio, EE UUse alza como el país que más importa (un 13,1%del total), mientras que China se sitúa en segunda posición con una cuota del 10,6%.
El PIB se mantendrá estable
El informe de la OMC estima que el crecimiento del PIB mundial se mantendrá „estable” en los próximos años, cifrando en el 2,6% el crecimiento para 2024 y cerrando en 2025 en el 2,7%, después de la caída del 2,7% de 2023. Asimismo, reiteran que el contraste entre el crecimiento sostenido del PIB real y la desaceleración del volumen del comercio de mercancías „está vinculado a las presioness inflacionarias, que hicieron que disminuyese el consumo de bienes que son objeto de un comercio intensivo, en particular en Europa y América del Norte”, aseveran.
Riesgos de deterioro
En el informe plantean una base analítica en la que enumeran distintos factores que pueden poner en deterioro el comercio mundial de aquí a los próximos años. En concreto, además de las tensiones geopolíticas y la incertidumbre, se suma la crisis en el Mar Rojo. „Si bien la repercusión económica de las perturbaciones del Canal de Suez derivadas del conflicto en Oriente Medio ha sido hasta ahora relativamente limitada, algunos sectores (productos de la industria del automóvil, abonos y comercio minorista) ya se han visto afectados por las demoras y el incremento de los costos de flete”, reza el documento.
En lo que se refiere a lo geopolítico, los datos de su investigación muestran que las tensiones „han afectado marginalmente” al comercio internacional, pero no ven que haya desencadenado en un fenómeno de desglobalización. El comercio bilateral entre china y EE UU creció un 30% menos tras haber alcanzado su máximo en 2022. Además, durante todo 2023, el comercio mundial de bienes intermedios, sin contar combustibles, cayó un 6%, „lo que permite hacerse una idea de la situación de las cadenas de valor mundiales”, recalca el informe.
En este sentido, el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, apuntó que algunos Gobiernos „se han vuelto más escépticos” sobre los beneficios del comercio y han adoptado medidas destinadas a relocalizar la producción y „reorientar el comercio hacia los países amigos”. El experto señaló que esas perturbaciones en las rutas, como lo que sucede en el Canal de Suez, o la sequía en el Canal de Panamá, hacen pensar que existen riesgos sobre las perspectivas comerciales „que inclinan desfavorablemente” la balanza, dijo.